El Rincón de Javier Rojas Asensio – Zalencas…. ¿La ciudad de la Victoria? – Azucaica

 

   La ciudad de Toledo fue desde tiempos muy remotos uno de los lugares estratégicos de la península lo cual hizo que estuviera comunicada por caminos, calzadas romanas y vías pecuarias con todos los puntos cardinales.

   Este tipo de vías de comunicación, cuyo mayor auge tuvo lugar en tiempos romanos y que más adelante fue complementado en las sucesivas épocas por razones diferentes: comercio, guerras o nuevos asentamientos.

   Entre los distintos caminos históricos nos centramos en el siguiente: Partiendo de la puerta del Vado este camino que aparece, podríamos citar que no es histórico pues nació al desecar la Isla de Antolínez en el siglo XIX.

   Hasta entonces era el borde de uno de los dos brazos en que se dividía el río frente a la Puerta del Vado. Al desecar la isla se creó este camino arbolado que conducía a la Central Eléctrica de la zona de Safont y que luego se unía al de Mocejón y Azucaica:

 

 

Camino arbolado que marcaba el antiguo margen del río antes de desecar la Isla de Antolínez 

(fotografía autocroma de Auguste León en 1914 – Blog Toledo Olvidado.

 

 

   Este camino siguió intacto hasta no hace tanto tiempo, en concreto cuando se llevó a cabo la Avda. de Castilla-La Mancha. 

 

Río Tajo y playa de Safont de Toledo, 1967. Fotografía de John Fyfe – Blog Toledo Olvidado.


 

 

Y así hemos llegado a Azucaica.


Azucaica, anejo de

Referencias tomadas del Libro “Historias de las calles de Toledo” de Julio Porres Martín-Cleto.

   Este simpático pueblecillo, hermano menor de Toledo y un poco desamparado de la ciudad como vasallo del que, con frecuencia, su señor olvida que existe, es un núcleo habitado desde la ocupación árabe por lo menos. En efecto ya a finales del siglo XI se hace referencia a él como una villa o poblado, denominándolo Açuqueca.

   Bien por tener mejor situación, bien por la necesidad de concentrarse para una defensa más fácil, acabó por absorber (repartiendo a sus habitantes con Toledo, probablemente) a otras alquerías (granjas o casas de labranza situadas lejos de una población) vecinas como Alaytique y Zalencas, contemporáneas de Azucaica, pero que terminan por ser simples fincas de labor, mientras que nuestro anejo se mantiene y llega a poseer parroquia propia.

   Ya en 1561 la componían 36 vecinos, mientras que en 1576 se la describe como “una pequeña y hermosa población, llamada Açuqueyca….

   Cedido en 1088 a los frailes de San Servando, a los que heredó la Catedral en 1169 cuando abandonó la comunidad el monasterio entregado por Alfonso VI, nunca ha tenido término propio, considerándose anejo de la ciudad. Incluso su iglesia parroquial, bajo la advocación de Santa María Magdalena, era aneja de la parroquia toledana  de San Isidoro, a cuyo párroco representaba en Azucaica un teniente de cura. Al suprimirse esta parroquia del santo sevillano en 1842, fue agregada con toda su feligresía a la de Santiago del Arrabal.

   En cuanto al nombre de Azucaica, o Zuqueica, no siendo peritos en etimología, no podemos opinar con autoridad. Solo apuntamos que resulta muy similar a los que, como Assuica, Azuqueca, Azoguejo, etcétera, derivan de Zoco.

   ¿Deberá su origen a un mercado árabe, de frutos o de ganados, dada su actividad agrícola? – ¿Surgió o se consolidó tal mercado durante los asedios de Alfonso VI a Toledo, cuyos reales se asentaban, precisamente, en la vecino Huerta del Rey?.. Es posible, pero no podemos asegurarlo.

 

Zalencas – “La ciudad de la Victoria” – Azucaica

 

   Referencias tomadas del diario “La Tribuna de Toledo, domingo 11 de marzo de 2007 – Historias de Toledo: Algún Lugar, en las proximidades de Azucaica.

   Azucaica es una zona del amplio término municipal de Toledo, en donde aparentemente, escasean los restos arqueológicos.

   Sin embargo, es posible que no todo fuese así en los alrededores de Azucaica, el modesto barrio de Toledo situado al otro margen del Tajo.

   Açuqueca, Açuqueyca o Zuqueica pudo nacer, según diferentes especialistas, de las operaciones militares que tuvieron como escenario parte de las vegas del río en una fecha tan lejana como los primeros años del siglo X.

   Fue entonces cuando los ejércitos del califa cordobés Abderramán III construyeron la Medina al-Fath, la desaparecida “Ciudad de la Victoria”.

   Los toledanos habían dado varias pruebas de ignorar la autoridad cordobesa desde mediados del silgo IX. Ese fue el motivo de que Abderramán atravesara el Tajo en el 930 y comenzará un asedio que duró dos años.

   La antigua ciudad visigoda no era fácil de someter debido a su excelente emplazamiento y una potente articulación defensiva – reforzada por Wamba poco más de dos siglos atrás – por lo que se hizo necesario cortar las vías de comunicación.

   Las tropas cordobesas eligieron un pequeño cerro situado al norte de la ciudad, que impedía los contactos de los sitiados con territorio cristiano a través de la comarca de la Sagra, para iniciar una serie de fortificaciones que se mantuvieron en paralelo al asedio de la Toledo mozárabe.

   Si los musulmanes se hubieran limitado a controlar la orilla izquierda del Tajo – fue el error que cometieron los almorávides, siglos después -, se hubieran visto obligados a luchar por el control del Puente de Alcántara, “empresa muy difícil, que además seguiría dejando abierta la comunicación con la Vega”, en palabras del historiador Julio Porres Martín-Cleto.

   Lo cierto es que el día 2 de agosto del año 932, según los cronistas, el toledano Tha’laba se vio obligado a rendirse al califa cordobés tras más de dos años de asedio.

   La pregunta continúa siendo, once siglos después, ¿qué ha sido de la Ciudad de la Victoria?

   Los mayores especialistas en arquitectura y urbanismo musulmán, como Leopoldo Torres Balbás, han intentado localizarla durante años, aunque sin ningún éxito.

   Los viejos documentos mozárabes indican que la Medina al-Fath se transformó en Çalenca o Zalencas, un soto (sitio que en las riberas o vegas está poblado de árboles y arbustos) de ciertas dimensiones que debía de estar prácticamente despoblado ya en tiempos de la Reconquista.

   La duda es saber si perdura todavía alguno de sus restos, algo poco probable según la teoría de Torres Balbás. Zalencas debió de estar construida provisionalmente, con muros de tierra y construcciones efímeras que perdieron su razón de ser en el propio siglo X.

   “O sea, que no es que no se encuentren restos de ella. Es que no los hubo”, aseguraba el historiador Julio Porres Martín-Cleto. A excepción, continúa, de “monedas o armas y vasijas rotas, que abundan en los alrededores de Toledo”.

   Triste destino para un emplazamiento que podría ser, para algunos, precedente de uno de nuestros barrios…. Azucaica.

 

   Es un barrio de la ciudad de Toledo, situado sobre la vega del río Tajo, donde existen numerosas huertas.

   Está separado del casco histórico en unos cuatro o cinco kilómetros.

   Se cree, que su origen data de la época visigoda, pero lo más fiable es que tenga raíces árabes. Cuyo nombre: Azucaica en dicha lengua significa “pequeño mercado” o “mercadillo”

   Hasta 1975, Azucaica era una pedanía de Toledo con alcalde propio, a partir de dicho año, pasó a ser un barrio más de la ciudad de Toledo.

Imagen aérea del Barrio de Azucaica (Google Maps)

 

Imagen aérea del Barrio de Azucaica (Google Maps)

 

 

Toledo, 5 de marzo de 2018

Francisco Javier Rojas Asensio

Tags: azucaica

Comentarios

  1. Javier Rojas
    Javier Rojas 6 marzo, 2018, 20:30

    Hola, me hace mucha ilusión el haber realizado este “trabajito”, como dice Lucía …
    Es un barrio muy significativo para mí.
    Espero que los “Zalanqueños” y/o “Azucareños” les resulte interesante.

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