El Rincón de Javier Rojas Asensio – La Casa – Patio Toledana

 

   La estructura de la casa toledana, aparte de la influencia romana e islámica en su sistema constructivo, viene dada, sin duda,  por la configuración de su topografía, la división de sus parcelas, que viene de antiguo y sobre todo del trazado de sus calles y adarves, de clara influencia islámica.

   Todas estas circunstancias, apuntadas anteriormente, hacen que la Casa Toledana, tenga una idiosincrasia muy particular. Las parcelas suelen ser alargadas, entre medianerías y  muy irregulares, de una única y a veces estrecha fachada, en un gran porcentaje, debido esto, a una serie de divisiones, por herencias o ventas. Hay parcelas también muy regulares e incluso parcelas de dos o tres fachadas, pero estas son las menos.

   Todo esto nos lleva a encontrar la característica más esencial de la edificación en Toledo, que es la Casa-Patio. En una parcela entre medianerías, con una sola fachada y además a una calle estrecha, la solución para encontrar luz y ventilación a las habitaciones, es el Patio.

   La solución del patio ha sido utilizada en la edificación desde tiempos remotos en todo el Mediterráneo, por griegos, romanos y árabes, y a través de ellos, ha llegado hasta nosotros. En nuestra ciudad existen patios de clara influencia islámica, con  restos y elementos muy identificados. La mayoría son de época mudéjar y también de épocas posteriores, como góticos, renacentistas, barrocos y modernistas. Prácticamente todas las edificaciones en Toledo tienen patio, no solo las casas entre medianerías, sino casonas, palacios y conventos. En estos últimos, los patios se denominan Claustros.

   No se podría definir un modelo determinado, pues a través de las distintas civilizaciones y estilos que han pasado por Toledo, se han ido modificando y superponiendo, pero manteniendo, siempre que se ha podido, los muros primitivos, los sótanos y aljibes y como no, sus Patios.

 

   Tres son los elementos que configuran la casa toledana: Zaguán, Patio y Escalera.

    Estos tres elementos tienen una secuencia ambiental y definen la organización y distribución de este tipo de casas y en ellos se vuelca toda la carga arquitectónica y ornamental. Según las épocas y los estilos predominantes, la casa y estos elementos van evolucionando y transformándose, según las necesidades y los usos del momento.

 

El zaguán

   La palabra, de origen islámico, define ya su antigüedad. Es la pieza que sirve de vestíbulo y de unión del patio con la calle. Es sin duda el elemento más antiguo de la casa, con palabra de origen islámico (axaguan).

   En la antigüedad, la intimidad del patio estaba preservada por el zaguán, que al ser “en codo”, es decir, en ángulo recto impedía ver el patio desde la calle. Posteriormente, en el gótico o renacimiento, cuando lo que importaba era aparentar, el zaguán o portal se centraba con respecto a la fachada y el balcón principal de la primera planta, se colocaba encima de la portada de piedra de acceso a la casa señorial.

   En Toledo existen aún bastantes zaguanes en codo, pero la mayoría son posteriores, centrados con la fachada. Suelen tener escalones, para levantar la planta baja e iluminar el sótano. Estos escalones, con mamperlanes de madera, están alicatados con cerámica, que puede ser pintada si es moderna o de arista o cuerda seca si es antigua. Suelen tener zócalo del mismo material y los más antiguos, tienen vigas y alfarjes de madera, incluso policromada con escudos. Lo que no suele faltar en ningún zaguán, es una imagen de la Virgen del Sagrario, Patrona de la Ciudad, realizada en azulejos, algunas de ceramistas famosos toledanos o de Talavera de la Reina.

   Existen algunos zaguanes, con grandes portadas, con dos puertas de madera y postigo, claveteadas y herrajes de hierro forjado, en los que entraban las caballerías. Los caballeros descabalgaban en un poyete o banco y el caballo, desde el zaguán bajaba a la cuadra que estaba en el sótano.

   Los sótanos de Toledo, (cuevas que llamamos en Toledo), por ser de roscas e ladrillo u hormigón romano), muchos de ellos tienen origen romano o islámico medieval. Los primeros suelen ser de hormigón romano y los otros de roscas de ladrillo. Muchos de estos sótanos se realizaban para igualar o poner a nivel la entrada del zaguán al patio, salvando el gran desnivel o pendiente de las calles de Toledo. En muchas ocasiones, a los sótanos se puede entrar directamente desde la calle, por el desnivel y otras se entra por el portal e incluso por medio de trampillas y escaleras desde el patio.

 

El patio

   Protagonista de nuestros comentarios.

    El patio es, sin duda, el elemento más importante de la casa, pues es núcleo de distribución a las habitaciones de planta baja (alcobas y palacios) y a través de la escalera a las distintas plantas. El patio suele tener a veces una superficie mayor que la construida y en él se encuentran los elementos decorativos más importantes de la casa:

    El patio, como característica general, siempre es más amplio en planta baja y menor en las planta superiores, por los soportales o las galerías voladas.

    El patio se comunica con el zaguán a través de un hueco, que puede tener puerta de madera o artística reja, a través de la cual se puede observar el patio. En muchos portales, en la comunicación con el patio suele haber algunos escalones, sobre todo si la casa tiene sótano, para que éste tenga espacio para huecos de ventilación a la calle. Esos escalones del portal suelen tener decoradas sus huellas, con mamperlanes de madera y baldosas de barro, y las tabicas o contrahuella, de cerámica decorada.

 

   El Patio es la carta de presentación de las familias que viven allí

   A excepción de los grandes patios con aspiraciones palaciegas, es cerrado en las galerías altas, aunque tienen habitaciones que se abren como solanas y otras anchuras de la casa. Haremos un intento de clasificación de ellos por la falta de unidad de muchos de ellos, ya que la pureza de estilo sólo aparece en contados.

   El patio árabe: apenas conocemos más que un oque se presente bastante puro en su estructura, sin que arqueológicamente lo sea. Las escaleras apenas visibles, en paredes laterales y bajo la crujía del fondo, una inscripción árabe grande vota en su favor, además de las desnudas paredes de los lados, de tipo andaluz.

   El patio gótico: usa mucho el pie derecho y tiene casi siempre trazado ocasional; aprovecha columnas y capiteles irregulares. Es de lo que más abunda en Toledo y ofrece típicos canecillos en sus vigas. Sobre las columnas y pies derechos, zapatas que persisten en todos los estilos y épocas, y es el patio toledano de toda casa popular.

   El patio mudéjar: muchos de los patios anteriores tienen notas mudéjares pero hay un claro tipo de este estilo con tres crujías, rectangular; el lado exterior suele esta sin habitaciones abajo y con pocas luces sobre la calle.

   El patio renacentista: el Renacimiento presenta dos modalidades de patios, una el correspondiente al gran edificio palaciano y otros típicos ejemplares más modestos que usan la gran madraza o viga. La segunda modalidad forma estilo toledano en tipo más modesto, que usa cuatro columnas de esquina. Los mejores solían tener arrabás, mezclándose los elementos mudéjares con los renacentistas, pero siendo el enmarque totalmente mudéjar.

   El patio barroco: son muy variados y tienen como nota común el que se acogen a programas menos rígidos y que aceptan con frecuencia las pilastras, generalmente de gneis (roca) sin ochavar y el arco rebajado. Lo corriente en esta época son los arreglos y adaptaciones con elementos aprovechados, irregulares, reforzando las madrazas, que sólo tenían apoyos de esquina, con columnas o píes derechos.

   El patio neoclásico: perfecto rectángulo en saledizos, con rosetas en los cruces de las crujías. Una madraza la del frente, tiene columna toscaza, reforzándola en medio.

 

La Escalera

    En general la contemplación de las escaleras nos basta para indicar lo revuelto y de acarreo que resulta la estructura de la mayoría de las casas toledanas, sobre todo en este elemento, pero no debemos olvidar la manera de ser de Toledo, es persistir en formas atávicas y que la casa toledana recibe su origen de las ibéricas, romanas y árabes, en que la escalera es lo que menos cuenta. Sólo a partir del renacimiento se crea una escalera típica de interés.

   Si quisiéramos hacer un estudio más completo de la escalera toledana, tendríamos que complementarla con datos correspondientes a lo militar y a lo religioso.

   La escalera toledana presenta peldaños raramente en piedra, generalmente son en sencilla cerámica y borde de madera, o con cerámica vidriada y con cantoneras de aliceres gruesos que recorren todos los tipos de la azulejería.

   Más interesente que la escalera en sí es la coordinación excéntrica de los tres elementos estudiados que se enlazan en el patio y que definen la esencia de la escalera: el zaguán, el patio y la escalera. El zaguán va a un lado y, si se puede, sin mucha vista al patio, casi siempre a un lado y poco visible desde fuera; la escalera siempre a un lado, poco visible desde fuera y dominando al zaguán.

 

El Aljibe

   La casa toledana conserva dos aljibes, uno para el agua buena, de lluvia o de río, y otro para los demás usos. En general, están excéntricos, con frecuencia pegados a la pared.

   Presentan la forma de pozos con brocales de piedra, habiendo bastantes de ellos góticos, pero la mayoría son del Renacimiento para acá. Son de ochenta centímetros de altura sin llegar nunca al metro, aunque se suele levantar en épocas posteriores.

 

   Toledo tiene en el agua uno de sus problemas más interesantes, ya que la categoría de gran ciudad se la dio el acueducto romano, que se mantuvo durante el período visigodo y parte del dominio árabe. Su inutilización le retrae a su condición ibérica, necesitando pozos y aljibes.

 

   Estas obras de arte, los patios toledanos con un apelativo bien merecido…. “Oasis urbanos”

 

Toledo, Mayo de 2010

Javier Rojas Asensio

Asociación Amigos de los Patios de Toledo

 

 

El Patio – Vista General

 

 

Las Galerías que rodean el patio

 

 

Los Sótanos de Toledo (Cuevas)

 

 

Los Pozos, Aljibes y Fuentes de los Patios

 

 

Las Plantas de los Patios (Patio de Plaza de San Agustín, nº4) – año 2010

 

 

Referencias:

  • Asociación Amigos de los Patios de Toledo

  • El Patio toledano: Perduración y Evolución.  Autor: Juan Meneses

  • Imágenes: Javier Rojas Asensio

 

 

 

 

 

Tags: patio

Comentarios

  1. Javier Rojas
    Javier Rojas 26 febrero, 2018, 20:54

    ¿A qué toledano no le gustaría vivir en una casa-patio?… Por fortuna en mi infancia yo disfrute de ello. En concreto en la Calle de Juan Bautista Monegro Nº 2 – en el vulgo de entonces: “El callejón del Monago”… con entrada al final de la Calle del Pozo Amargo y salida a la Calle del Plegadero.
    Los valores de la vida en comunidad de vecinos eran su mayor atractivo…. todas las viviendas existentes se desarrollaban en galerías que circundaban el “oasis de la casa”… Relaciones humanas que lamentablemente hoy en día no se dan en los bloques de vivienda… Nunca nos sentíamos solos… Cualquier vecino/a eran tu soporte y tú el de ellos.
    Valgan las referencias de este trabajo como referencia de una época en la que El Casco Histórico de Toledo estaba “VIVO”.

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