El día 1 de Mayo, se celebra la Romería más popular en Toledo, la Romería de la Virgen del Valle.

 

   Para visitar a la Virgen del Valle, se hace necesario el vehículo, ir caminando haciendo lo que conocemos como “La vuelta al Valle”, o bien, cuando funciona, se puede cruzar el río por el “Barco de Pasaje” y llegar a la Ermita, remontando el zigzag existente desde la orilla del Tajo.

 

 

 

   Uno de los lugares más queridos por los toledanos es la Ermita de Nuestra Señora del Valle, presidida por la imagen de la Virgen del Valle.  Es un lugar muy querido pues desde siempre aquí ha habido una ermita. La actual Ermita data del Siglo XVII y está construida sobre los cimientos de otra primitiva que se llamaba Ermita de San Pedro de Saélicos; y se le puso el nombre del lugar que ocupa, “El Valle Toledano”.

 

 

 

 

 

   Desde entonces existe la arraigada tradición de visitar a la Virgen del Valle. Propios y extraños se acercan al lugar recoleto y bellamente adornado por zócalos de cerámica y jarrones que cuentan siempre con flores frescas, sin olvidarnos de la extraordinaria forja de Julio Pascual, y no quedan defraudados.

 

 

 

 

 

   El Valle es un lugar privilegiado desde el que se puede uno deleitar con las maravillosas vistas de la ciudad milenaria de Toledo.

 

 

 

 

   En el Valle toledano se encuentran también dos parajes muy célebres de Toledo: El “Cerro del Bú” y La “Piedra del Rey Moro”.

 

CERRO DEL BÚ

 

 

PIEDRA DEL REY MORO

 

 

 

   Hace muchos años, el día grande en honor a la Virgen del Valle se celebraba el 1 de Agosto, pero con el paso del tiempo se trasladó al 1 de Mayo, por el calor y posiblemente por el peligro de incendios en la zona, ya que tanto el 1 de Mayo como la víspera, la concentración de gente es muy alta, siendo tradición reunirse en torno a la Ermita durante toda la noche, comiendo tortilla y otras viandas y bebiendo sin medida en muchos casos. Son olvidarnos de los célebres “tostones”.

 

 

   Esta Romería tiene su culminación con la Procesión de la imagen de Nuestra Señora a la caída de la tarde y por los alrededores de la Ermita, llevada a hombros por los “Mayordomos” de la Virgen.

 

 

 

 

  La Piedra del Rey Moro es testigo mudo cada año de esta procesión de la Virgen del Valle y del campamento que se forma cada víspera del 1 de Mayo. Allí vamos los toledanos picados por la curiosidad de esta singular piedra que parece ser la cabeza de un joven rey árabe que quiso ser enterrado en este lugar para contemplar por todos los siglos la ciudad de Toledo donde vivió con su amada. Salió de la “Tulaytula” para pedir refuerzos pero al regresar, como ya había sido tomada por los cristianos, nunca pudo volver a ella ni ver a su novia.

 

 

 

 

   Una de las curiosidades de la Ermita de Nuestra Señora del Valle, es su campanario. Su estridente sonido es escuchado en gran parte de la ciudad cuando suena. Se dice que si las mozas lo tocan tres veces encuentran novio;  y si ya lo tienen, se casan ese año. El hinojo, tomillo y espliego que crece en el Valle, tiene propiedades para las mujeres que esperan familia, para que no tengan problemas en el parto y estén fuertes.

 

 

 

 

   En la puerta de la entrada a la Ermita, hay una inscripción en cerámica que dice así:

“Aunque pequeña me veis, soy muy grande como ermita, pues la Reina que me habita tiene Toledo a sus pies. Y otorga al que solicita, si pide con interés, aquello que necesita. (si no la olvida después)”.

 

 

   La imagen actual no es la antigua, puesto que tanto en la guerra de la Independencia, como en nuestra Guerra Civil y por diversas circunstancias, dicha imagen sufrió mutilaciones irreparables y hubo que cambiarla por una nueva.

 

 

 

 

FUENTE:

Texto:

 “Enigmas y Misterios de Toledo”

De: CARLOS DUEÑAS REY

Editorial: ALMUZARA.

 

Fotografías:

De: ANGEL MARTINEZ TORIJA