El Rincón de Javier Rojas Asensio – Puertas en las murallas de Toledo – PARTE 1

Puertas en las murallas de Toledo

 

PRIMERA PARTE

 

   Una de las señas de identidad con la que ha contado la ciudad de Toledo a lo largo de toda su historia ha sido su configuración defensiva.

   Romanos, visigodos, árabes y cristianos se han ocupado en la construcción, ampliación y mantenimiento de una extensa muralla que cerraba el peñón toledano uniendo las vegas del Tajo.

Muralla de Toledo – Torres de la Reina –  Imagen Javier Rojas Asensio

 

   En esta muralla existen o han existido más de una veintena de puertas y postigos de acceso o salida de la ciudad.

   Además de permitir la comunicación con el exterior, las puertas han desempeñado un cometido recaudatorio, ya que en ellas se han cobrado importantes portazgos.

   Han servido para la entrada triunfal de reyes y tropas, y también para el recibimiento de destacados dignatarios.

   Su vigilancia siempre se ha considerado de la máxima importancia, y alguaciles y jurados, también vecinos, se han encargado en diferentes momentos de su custodia y control.

Puerta de Bisagra – Ángel Martínez Torija

 

1.- Puerta de Bisagra

   La principal entrada al casco histórico se realiza por la puerta de Bisagra, obra de Alonso de Covarrubias, quien en 1560 levanta sobre un pórtico musulmán ya existente la puerta que hoy conocemos.

Puerta de Bisagra – Imagen Javier Rojas Asensio

 

La Puerta de Bisagra es de origen musulmán, de cuya época conserva restos en el segundo cuerpo interior. Su nombre deriva de la palabra árabe Bab-Shagra, que significa “Puerta de la Sagra”. Fue reconstruida bajo los reinados de Carlos V y Felipe II, según las trazas de Alonso de Covarrubias. Entre la puerta Bisagra y del Cambrón, se intercala una plaza de armas.

 

El cuerpo exterior está formado por un arco de triunfo de sillares almohadillados, coronado por un enorme escudo imperial de la ciudad, con el águila bicéfala y flanqueado por dos grandes torreones semicirculares de mampostería con las figuras de dos reyes sedentes, símbolo del buen gobierno del escudo medieval.
El cuerpo interior es de arco de medio punto flanqueado por torreones cuadrados coronados por chapiteles de cerámica. En una de cuyas caras aparece el escudo imperial de Carlos V.

Historia

La puerta de Bisagra, situada en el recinto amurallado, ha sido y es la entrada principal de la ciudad de Toledo. De esta función ya se conservan restos datados en el siglo X, durante la dominación musulmana. Con la expansión de la ciudad en el siglo XVI, y la construcción del Hospital Tavera fue necesario mejorar los accesos sustituyendo la vieja puerta por otra cuya construcción se inició hacia 1550, siguiendo las trazas dadas por Alonso de Covarrubias. Las obras debieron terminar hacia 1576 bajo la dirección de Nicolás Vergara el Mozo.

Este espacio fue utilizado durante muchos años para controlar las entradas y salidas de personas y animales, para el cobro de impuestos sobre manufacturas y alimentos y para actividades festivas, protocolarias y militares.

Hasta el año 1934 no se iniciaron las obras para abrir dos entradas laterales en la muralla y evitar así el continuo paso de tráfico rodado por la puerta del siglo XVI.

Arte

Consta de dos cuerpos separados por un pequeño patio de armas de forma rectangular, en el que se conserva una estatua del emperador Carlos V colocada en 1958. La puerta exterior, enmarcada por dos fuertes torreones cilíndricos, está realizada con sillares almohadillados, presentes también en su arco. Sobre ella se sitúa un magnífico escudo de Carlos V, coronado por un frontón triangular sobre el que descansa una estatua del ángel guardián. En los dos torreones que la protegen, rematados también con sillares almohadillados, se reproduce el escudo de la ciudad de Toledo.

Puerta de Bisagra – Imagen Javier Rojas Asensio

   La fachada interior, que da a la ciudad, es de sillería. Un gran arco de medio punto formado por dovelas enmarca el vano de paso. El escudo de Carlos V, situado en su parte superior, está protegido por dos ventanas rematadas con frontones triangulares. Las almenas coronan esta fachada. Atravesando la puerta y ya en el patio de armas pueden contemplarse a cada lado dos torres cuadrangulares con chapiteles piramidales cubiertos con azulejos policromados.

 

 

 

 

 

2.- Puerta de Alfonso VI, llamada también Puerta Vieja de Bisagra y postigo de la Granja.

Puerta Vieja de Bisagra – Puerta de Alfonso VI – Fotografía de Angel Martinez Torija

   Siguiendo con nuestros recorridos por Toledo cuando salimos del paseo de Merchán – La Vega – podemos contemplar “La Puerta de Alfonso VI”, llamada también Puerta Vieja de Bisagra y postigo de la Granja, pues daba paso al barrio de este nombre (despoblado en el siglo XVII), que se extendía entre las murallas y el coronamiento del cerro (donde en su día se asentaron las murallas romanas).

 

   Construida por los árabes en el siglo X. Tapiada durante siglos, fue restaurada y volvió a ser accesible a partir de 1905.

Historia

   La puerta de Alfonso VI o antigua de Bisagra era en época islámica el principal acceso a la ciudad desde la Vega. El vano de acceso fue construido posiblemente en el siglo X, pero su parte superior es de fecha posterior, no anterior al siglo XIII. Con la apertura de la puerta nueva de Bisagra, permaneció cerrada (sólo se abría en ocasiones especiales) lo que llevó a su paulatino abandono. Su limpieza, apertura y restauración definitiva no se produjo hasta el año 1905.

Arte

   Esta puerta es la que mejor ha conservado su estructura islámica. Está compuesta por dos torres, rehechas en su parte superior, que flanquean un gran arco de herradura prolongada. A la altura de los salmeres lleva un dintel monolítico a manera de tirante, muy característico.

 

Puerta de Alfonso VI – Ángel Martínez Torija

 

 

3.- Puerta del Sol

Puerta del Sol – Ángel Martínez Torija

 

   Otra de las puertas emblemáticas de la ciudad es la Puerta del Sol. Llamada así por las figuras del sol y la luna que adornan su arco, fue reformada en el siglo XIV por el arzobispo Tenorio y constituye un magnífico ejemplo de arquitectura militar mudéjar.

La Puerta del Sol tiene un estilo mudéjar de gran influencia nazarí. Es una puerta de albarrana que fue construida en los tiempos del reino taifa, como indican sus arcos de herradura interiores. Fue reedificada en el siglo XIV con los materiales de sillares, mampostería y ladrillo, en estilo mudéjar.

El vano es de arco de herradura, enmarcado en otro sobre el que aparece un doble friso de arquería. En el siglo XVI, se añadió sobre el arco un relieve con el emblema de la Catedral bajo la luna y el sol (que da nombre a la puerta). Los matacanes, las buhardas y las almenas le dan aspecto militar. Aunque su función era ser más un arco triunfal que defensivo.
Contiene algunos elementos ajenos a su estilo, como los restos de un sarcófago paleocristiano y un pequeño busto clásico.

Historia

   La Puerta del Sol era el principal acceso a la medina islámica desde el arrabal norte de la ciudad. Se la menciona por primera vez en el año 1216 aunque conserva pocos restos de su pasado islámico dado que fue reedificada por orden del arzobispo Pedro Tenorio (1375-1399) siguiendo las características arquitectónicas del mudéjar toledano. Hasta el siglo XVIII no empezó a ser conocida como puerta del Sol, haciendo referencia a uno de sus elementos decorativos. En 1785 pierde su función principal al construirse un muro paralelo al del recinto tradicional que permitió desviar el tráfico que se dirigía a Zocodover por el exterior de esa puerta.

Arte

   La puerta está estructurada en dos cuerpos coronados por merlones en donde se sitúa la azotea y una estancia a las que se accede por una estrecha escalera. Su defensa se basa en la existencia de buhardas, rastrillos y varios matacanes, además de la puerta.

   La portada, a imitación de otras cordobesas, incluye sobre un arco de herradura una composición relativa a la imposición de la casulla a San Ildefonso dentro de un medallón de mármol, enmarcado por un arco de herradura apuntado. Este elemento decorativo fue colocado en torno al año 1575, siendo corregidor de la ciudad Gutiérrez de Tello. Por encima se sitúa una arquería ciega de arcos de herradura entrecruzados, y en su parte superior ella otra arquería de arcos polilobulados también entrecruzados.

Puerta del Sol – Ángel Martínez Torija

 

4.- Puerta del Cambrón

Puerta del Cambrón – Ángel Martínez Torija

 

   No menos emblemática es la conocida como puerta del Cambrón, nombre que recibe por una planta, la cambronera, que abundaba en esta zona.

Puerta del Cambrón – Ángel Martínez Torija

   De origen visigodo, su arquitectura inferior es árabe, aunque su estructura actual, de torreones y chapiteles herrerianos, fue levantada en 1572 por iniciativa del corregidor Gutiérrez Tello.

   Denominada antiguamente “Puerta de los Judíos” o “Puerta de Santa Leocadia”. Su actual nombre proviene de las cambroneras, arbustos espinosos que crecían en el lugar.

Historia

   La puerta del Cambrón es una de las más antiguas de la ciudad, pues posiblemente ya existía durante la dominación visigoda. De los musulmanes sólo conserva su estructura. En el siglo XV era denominada como puerta de los judíos por situarse junto al barrio hebreo.

   Entre los años 1571 y 1573, por orden del corregidor Gutiérrez Tello, fue reedificada casi por completo, y allanado el camino de acceso. Los cambios posteriores fueron insignificantes, conservándose todavía las antiguas hojas de la puerta, chapadas de hierro. En 1936 sufrió algunos deterioros con motivo de un incendio durante la contienda civil, pero los daños fueron posteriormente restaurados.

Arte

   La Puerta del Cambrón es de origen musulmán. En su versión actual data de 1576, y se estructuró en planta cuadrada a base de un pequeño patio interior rodeado de cuatro torres cubiertas por chapiteles de pizarra.

 

   A ambos lados luce portadas renacentistas con blasones, el de la ciudad al exterior y el de Felipe II al interior. Debajo de ésta se observa una imagen de Santa Leocadia, patrona de Toledo y de esta puerta que es la única abierta al tráfico rodado.

   La puerta consta de dos fachadas. Tanto la interior, situada frente al monasterio de San Juan de los Reyes, como la exterior, que da a la Vega, están rematadas con dos torreones laterales. La fachada interior está estructurada en tres cuerpos. En el inferior se sitúa el vano de la puerta, enmarcado por un arco de medio punto entre dos columnas dóricas. En el cuerpo central junto con los cuatro vanos destinados a ventanas, coronados los dos inferiores con frontones partidos, sobresale el escudo real situado sobre una urna que contiene una talla de la imagen de Santa Leocadia, separada del escudo por la inscripción que hace referencia a la fecha de la construcción de la puerta.

   En la fachada exterior, sobre la puerta de acceso, se situaba la vivienda del alcaide y de los encargados de recaudar los derechos municipales. Dos grandes arcos, a manera de balcones, flanqueados con dos ventanas, estructuran este cuerpo central en cuya parte superior está esculpido el escudo municipal (águila bicéfala entre medias de dos reyes en posición mayestática), coronado por un frontón partido.

   Las cuatro torres, culminadas con chapiteles de pizarra, están unidas entre sí por un almenado de ladrillo, salvo en la fachada exterior.

 

 

 

 

 

5.- Puerta de Alarcones

Puerta de Alarcones – Ángel Martínez Torija

 

   Asociada también a un origen visigodo se encuentra la que probablemente sea la puerta más antigua de la ciudad.

   Es la conocida como de Alarcones, y sería el acceso al primer recinto amurallado.

Puerta de Alarcones – Ángel Martínez Torija

 

La Puerta de Alarcones es una torre albarrana de la época islámica. Es la única parte del peñasco toledano no rodeada por el río Tajo, lo que convertía este acceso más vulnerable de todos. Por ello, si un invasor conseguía superar la Puerta del Sol, debería superar la Puerta de Alarcones para acceder al interior de la ciudad.

 

   La puerta carece de ornamentación. Conserva una fábrica de sillería muy recompuesta en la parte baja y en el arco, cambiando de forma de herradura en medio punto.

   Su cuerpo superior quedó desfigurado en el siglo XVII, cuando se permite reformarlo en dependencias de un convento próximo.

Puerta de Alarcones – Ángel Martínez Torija

 

 

Textos: Referencias tomadas de las publicaciones:

  • “Toledo en 59 preguntas” – Ediciones Covarrubias – J. Andrés López-Covarrubias Martín- Caro – Año 2011

  • “Fantasía y Realidad de Toledo” – Editorial Azacanes – Por Ángel Santos Vaquero y Emilio Vaquero Fernández-Prieto – Año 2002

  • “El Toledo Invisible” – Antonio Pareja Editor – Año 2002 – Luis Moreno Domínguez, Francisco J. Alguacil San Félix y Pablo Alguacil San Félix.

  • Archivo Municipal de Toledo – Mariano García Ruipérez (Archivero Municipal) publicaciones en la Web.

  • Blog Toledo Olvidado – Eduardo Sánchez Butragueño

  • “La Puerta del Vado de Toledo” – Antonio Pareja Editor – Año 2009 – Arturo Ruíz Taboada, Jacobo Fernández del Cerro.

  • Aproximación al estudio del recinto amurallado de Toledo: El Descubrimiento de la Puerta del Vado – Arturo Ruíz Taboada. – Tulaytula

 

Fotografías: Tomadas por Javier Rojas Asensio y por Angel Martinez Torija.

 

Artículo realizado por Javier Rojas Asensio

Tags: muralla, puertas

Comentarios

  1. Francisco Javier Rojas Asensio
    Francisco Javier Rojas Asensio 10 marzo, 2019, 18:40

    Espero que con estos reportajes, combinación de imágenes y textos, lleguemos a que nuestra ciudad llegue a muchas personas. Gracias Ángel.

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